Los riesgos del sexo oral

No sólo a través del sexo con penetración se contagian las enfermedades de transmisión sexual, ya que practicando sexo oral, aunque en menor medida, también existe el riesgo de trasmitir y de contraer estas enfermedades, incluido el HIV y el virus de la Hepatitis B.

De esta manera, y contrariamente a lo que muchos creen, el sexo oral, también conlleva sus riesgos, si se practica con alguien que porta o padece una enfermedad de transmisión sexual.

Y esto se produce porque la mucosa de la boca, y la de la vagina, son muy parecidas, y suelen encontrarse pequeñas lesiones, cortes o heridas, tales como úlceras, llagas o enfermedades de las encías, que si bien muchas veces pueden resultar imperceptibles, son una importante vía de entrada de virus y bacterias.


Si bien existen medidas de protección, que podemos tomar a la hora de practicar sexo oral seguro, como el campo de látex o el uso de preservativo, lo cierto es que en la práctica, muy pocas personas toman estos recaudos.

Otras precauciones que puedes tener en cuenta a la hora de practicar sexo oral, son las siguientes:

- No tengas sexo oral si tienes alguna lastimadura en tu boca
- Explora los genitales de tu compañero/a en busca de alguna lesión
- No uses hilo dental ni te cepilles los dientes antes de tener sexo oral, para evitar que te lastimes la mucosa oral
- Evitar tragar semen, líquidos eyaculatorios, o fluidos vaginales
- Utilizar campo de látex, protector bucal o un preservativo cortado para proteger tu boca al realizar sexo oral
- Evitar practicar sexo oral a una mujer que está con la menstruación




Algunos de los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual son: picazón, irritación, presencia de bultos, dolor al orinar, dolor pélvico y abundante flujo en los genitales.

Muchas de estas enfermedades, a excepción del SIDA, se pueden tratar exitosamente y curarse por completo, por esto es fundamental que ante el primer síntoma que experimentes, consultes con un especialista, por tu propia salud y para evitar que propagues la enfermedad a las personas con las cuales tienes algún tipo de contacto sexual.

Escrito por: Por Jorgelina Massoni

tomado de: http://www.educasexo.com
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Virus del Papiloma Humano (VPH)


Hoy os queremos hablar de un tema relevante como es el Virus del Papiloma Humano (VPH), que abarca un gran número de virus, en donde la gran mayoría de ellos se transmiten por vía sexual. Es un virus muy contagioso y muy frecuente, sobre todo en mujeres. No obstante, el Virus del Papiloma Humano puede infectar también a hombres.

Las partes del cuerpo afectadas generalmente son el aparato genital y el ano, pero también puede presentarse en la boca y en la piel. Las lesiones más frecuentes con las cuales se presenta es a través de las verrugas, las cuales pueden aparecer en las plantas de los pies, en el ano, en los genitales masculinos, en la garganta, laringe, conjuntiva de los ojos, cuello de útero, vagina y en la uretra.

El Virus del Papiloma Humano, dependiendo de su tipo, puede producir cáncer en los distintos órganos en donde se localiza, el más conocido el cáncer de útero. Es por este motivo que necesita de un adecuado diagnóstico, tratamiento y seguimiento.

Además, hay que tener en cuenta que muchas veces este virus se presenta sin síntomas o sin lesiones, por esto la importancia, en el caso de las mujeres, de realizarse anualmente las pruebas de Papanicolau y Colposcopia, ya que con éstas se detectan precozmente cualquier cambio en las células del cuello del útero.

No todos los tipos de este virus provocan cáncer, ya que muchos de ellos, considerados de bajo riesgo, sólo producen lesiones leves, como las verrugas genitales o los condilomas, que desaparecen con el tiempo y con el tratamiento. Puede ocurrir que una persona se infecte, no presente ningún tipo de síntoma y se cure espontáneamente; pero lo peor de estos casos es que contagia a muchas otras personas.

El período de incubación del virus es muy variable, ya que puede ser de varios años, como de dos a tres meses. En los últimos tiempos se está hablando mucho de las vacunas Guardasil y Cervarix, contra cuatro de los tipos del VPH. La misma se aplica mediante tres dosis (a los dos meses y a los seis meses de la primera aplicación) a mujeres y niñas, cuyas edades están comprendidas entre los 9 a 26 años y se aconseja administrarla antes de comenzar la vida sexual.

Su efectividad es del 95 al 100% para los tipos 6, 11, 16, 18. La vacuna no protege contra otros tipos de VPH, ni cura la enfermedad en el caso de que ya se haya contraído. Como toda enfermedad de transmisión sexual, para evitar contraerla, debes utilizar preservativo en tus relaciones sexuales.

Escrito por: Por Jorgelina Massoni

Foto: VPH por euthman en Flickr
tomado de: http://www.educasexo.com

Trío sexual, una de las más comunes fantasías



Tener un trío sexual, es la fantasía más frecuente sobre todo, en el público masculino.

La popular frase derivada del francés, “menáge a trois”, define al acto sexual entre tres personas, por lo habitual, dos de un mismo sexo y la otra de distinto.

¿Y porque se dice que es la fantasía sexual preferida de los hombres?, porque muchos de ellos en alguna ocasión, fantasearon con tener sexo con dos chicas a la vez, y si estas son amigas, mucho mejor.

Pero también con seguridad, hay mujeres a las que se les ha cruzado por la cabeza, alguna vez en su vida, tener un trío amoroso, ya sea con dos hombres más, o con un hombre y una mujer, ¿o me equivoco?

La rutina, la curiosidad por experimentar nuevas sensaciones en el terreno sexual, pueden llevarte a pensar que un trío, sería una experiencia renovadora para tu pareja. Claro que muchas veces ni se te pasaría por la cabeza proponérselo seriamente al otro, porque sabes de antemano cual sería su respuesta.

Pero ¿y si sucede lo contrario?, ¿si a la otra persona también le parece una buena idea y quiere intentarlo? Quizá por dar sentado algo, te pierdes de vivir una experiencia que puede llegar a servirte a tí y a la relación.

No siempre querer sumar a alguien en la cama, es por falta de interés sexual hacia la persona con la cual se está, o por haberla dejado de querer, sino que responde justamente al hecho de querer explorar en la propia sexualidad y en la de la pareja, para reavivar la pasión.

La persona que se integre a la pareja, puede ser alguien totalmente desconocido para ambos, o por el contrario alguien muy cercano a la pareja. Esta segunda opción, me parece más comprometedora y arriesgada aún, ya que si las cosas salen mal, no sólo está en juego tu relación de pareja, sino también tu relación con esta tercera persona.

Por supuesto esta práctica sexual, no es para todo el mundo, un juego en el cual es necesario poner límites y reglas claras.

Me imagino que como toda importante decisión en el sexo, como también lo puede ser el intercambio de parejas, tiene que ser algo sumamente meditado en forma individual pero también muy conversado en el marco de la pareja, porque luego de convertir en realidad esta fantasía, nada puede llegar a ser igual, para bien o para mal.

Personalmente creo que hay otras opciones menos arriesgadas, para encender la pasión en la pareja, antes de recurrir a esta. ¿Tú qué opinas?, ¿te animarías a tener esta experiencia?

Escrito por: Por Jorgelina Massoni

Foto: mujer de TheAlieness GiselaGiardino²³ en Flickr
tomado de: http://www.educasexo.com

Las 20 zonas más calientes de ella (III)

Las 20 zonas más calientes de ellas (III): el principal recorrido de la anatomía femenina  (Imagen: PETA)


Conocer las partes del cuerpo femenino te ayudará a hacerla disfrutar.

Las 20 zonas más calientes de ellas: instrucciones y besos.


Hoy vamos a continuar donde lo dejamos ayer, recuerda que a las mujeres no nos gusta que vayáis al grano, que somos muy románticas y que nos gustan las sorpresas pero no las dolorosas.



9. Glúteos. Son músculos muy grandes y fuertes, los usamos para equilibrar el cuerpo al correr y son uno de los lugares donde se fija la vista para evaluar el atractivo sexual tanto en hombres como en mujeres. Como son una gran masa muscular tienen un montón de posibilidades eróticas y responden muy bien a la caricia, pero acuérdate de llegar a ellos después de haber quemado las otras etapas, no entres de principio si no quieres sentir el rechazo de tu compañera.



Puedes acariciarlos estando de pie, tómalos con tus dos manos y amasa con fuerza, tirando hacia arriba como si quisieras levantar a tu chica. También puedes empezar a "entrar en harina" bajando la mano hacia la cisura superior de los muslos y deslizarla entre estos hasta cerca del ano.



10. Muslos. Otra zona erógena que hay que dejar hasta el final es la cara interna de los muslos. Esta caricia es mejor hacerla cuando ya estéis cómodamente tumbados y ya os hayáis quitado toda la ropa. Lleva tu mano desde la rodilla hasta el monte de Venus, si ella abre los muslos continua, pero si los cierra o permanece quieta no subas más, limítate a acariciar la fina piel de esa zona con energía al principio y luego cada vez más suave hasta terminar haciendo cosquillas o pequeños rasguños con la yemas de los dedos o las uñas sin apretar demasiado. Si esta boca abajo también puedes acariciar esta zona deslizando las manos desde los glúteos metiéndolas con lago de energía entre los muslos pero sin llegar a la zona genital.



11. Abdomen. Al abdomen, "El cantar de los cantares", (un relato porno que se coló en la Biblia) le llama montón de trigo y como tal parece con su botoncito en medio, está entre los senos y los genitales y es un buen preámbulo para ambos. Muchas mujeres no se siente a gusto con su tripita, y prefieren que no se haga hincapié en ella, si notas que la esconde o que se endurece bajo tus manos no te entretengas demasiado acariciando y pasa directamente a los besos y las caricias con la boca, como la piel de esta zona es muy elástica se pueden tomar con los labios trozos de piel y moverlos como haría un perro con una presa, es un juego que si haces el ruido de un perro puede resulta muy divertido.



12. Senos. A pesar de lo que se cree lo senos no están ahí ni para hacer bonito ni para dar de comer a las crías. Están ahí para provocarte, para despertar tu deseo. No seas bruto y ni se te ocurra morderlos con fuerza, pellizcarlos o golpearlos. Sobretodo los pezones son muy sensibles y debes de aprender a tratarlos bien. Acarícialos con la palma de la mano de arriba a abajo, chúpalos aumentando la intensidad, y sobretodo no te concentres sólo en los pezones, acaricia también la parte de los senos donde se une al torso y amásalos con suavidad con las dos mano o intenta meternos en tu boca. Toma uno de los pezones entre tus dedos índice y corazón y muévelos hacia dentro si notas que su respiración se acelera no dejes de acariciar, si te vas a otro lado lo que podría ser un orgasmo no llegara nunca.



tomado de: 20minutos.es

Las 20 zonas más calientes de ellos (IV)

Las 20 zonas más calientes de ellos (IV): caricias en el pene  (Imagen: 20MINUTOS.ES)

El pene es la zona más caliente del hombre, aprende a tratarla.



Las 20 zonas más calientes de ellos: ser su dueña, masajes y ataduras



Mañana: sin manos.



Si no te gusta pensar en el pene dentro de tu boca no leas esto. Nadie debe de hacer nada que no le guste por mucho que insista tu compañero, pero si no te importa, la felación es una de las fantasías que los hombres tienen. Si quieres darle algo no olvide inténtalo.



13. Para empezar. Si conoces muy bien la salud de tu compañero ¡estupendo! Pero si no estás tan segura procura tener a mano un preservativo porque la felación es una práctica de riesgo en la que la que más se expone eres tú. Acabas de arrancarle los calzoncillos a tu víctima y lo que aparece es un espectáculo desolador. Nada está perdido si tienes dos buenas manos.



Ahora su "chisme" está flácido y caído, pero puede revivir si lo sabes hacer. Vas a trabajarlo como si se tratara de masa de pan. Imáginate que estás amasando para hacer una baguette. Empieza con las dos manos, con suavidad, verás como poco a poco va cogiendo consistencia mientras tu amasas cada vez más fuerte. Haz rodar su tallo entre tus manos. Úntalo de saliva. Prueba a dar algún lametazo. Cuando lo notes con toda su consistencia pasamos a la segunda fase.



14. A ellos les gusta mirar. La postura que adoptes para hacer una felación es muy importante, tienes que estar cómoda tú y cómodo él, porque una buena felación lleva su tiempo. Todo hombre aunque lo nieguen llevan dentro un pequeño "mirón" que disfruta intensamente viendo lo que está pasando. Si le colocas con la espalda en la pared para que pueda apoyarse y las piernas abiertas tú puedes colocarte de rodillas en un cojín a sus pies.



No hay hombre que se resista a esta postura, les da sensación de poder y si es necesario puedes acariciarte la cabeza y marcarte el ritmo final, pero sólo al final. No le dejes que te toque, no le dejes que se mueva, que vea como tus esfuerzos van llegando a su fin. Cuando notes que está a punto para y espera hasta que su respiración se relaje después retoma el juego de manos con otro estilo.



15. Cuéntale lo que le vas a hacer. Acuérdate de los locutores de radio cuando están retransmitiendo un partido de fútbol, hacen sentir lo que está viendo y puedes llegar a verlo. Aquí se trata de hacer lo mismo pero sin voces, al contrario tienes que mantener una voz muy sensual y contarle mientras le acaricias la nuca o la espalda como vas a llegar hasta donde está esperando y cómo le vas a tocar no sólo el pene, también los muslos, los pelos, las pelotas...



¡Puedes montarle una retransmisión de lujo! Mientras vete soplando, tirando de la piel con cuidado, acariciando, lamiendo. Hazle preguntas que no pueda contestar. Busca el estilo que más le guste, gatita, estricta gobernanta, mamaíta, profe severa. Cada hombre tiene dentro de si una figura de seducción, si la encuentras habrás recorrido más de la mitad del camino.



16. Gira y gira. El la mayoría de las películas porno habrás visto masturbaciones (siempre las mismas) en las que la chica acaricia el pene del chico de arriba a bajo pero hay otras maneras de hacerlo: Juguemos a bomberos. Imagina que se ha declarado un fuego, necesitas el extintor que se encuentra entre las piernas de tu amante. Agarra la manguera con las dos manos. No se trata de acariciar, se trata de presionar el tallo y moverla hacía arriba y hacia abajo. Ten un poco de paciencia hasta que obtengas el líquido que esperas. Círculos concéntricos. Coge su pene con ambas manos. Luego gira las manos en direcciones opuestas (es decir una en sentido de las agujas del reloj y la otra en sentido contrario) y luego vuelve a su posición original. Repítelo y mueve si quieres las manos hacia arriba y hacia abajo por todo el pene mientras lo haces.



Articulo tomado de: 20minutos.es

Las 20 zonas más calientes de ellos (III)




Se trata de un juego erótico en el que tenéis que estar de acuerdo.

Las 20 zonas más calientes de ellos: ser su dueña y los masajes.

Hoy vamos a jugar a tantas películas en las que hemos visto como los chicos atan a las chicas o viceversa. Es algo muy excitante y como las ataduras producen descargas de adrenalina el morbo está asegurado.

9. No tengas miedo. Muchas personas no quieren jugar a este juego porque tienen miedo de lo que pueda pasar, no son capaces de confiar en su compañero/a y lo pasan tan mal que piensan que no les merece la pena. Si este es el caso de tu chico ni lo intentes. ¡Sáltate el tema de hoy y busca el de mañana que pude que le guste más! Pero si a ti se te ha pasado por la cabeza y te produce una sensación de placer mezclado con algo de miedo y a él te consta que también, para ti son estas líneas.

Lo primero y más importante es hacer un pacto con él, se trata de pactar una palabra que nada tenga que ver con las que normalmente se suelen decir en estos casos y a las que no hay que hacer ni caso pues forman parte del juego. Esta será una palabra como "recinto" o "alfeizar" o "repisa" que sea clave para parar y no seguir jugando. Idea una postura cómoda en la que se pueda permanecer quieto bastante tiempo sin sentir tirones o calambres. Si tienes una cama con patas o cabecero con barrotes tienes las cosas más fáciles, porque tienes que buscar una postura en la que tú domines a tu chico, y sus genitales estén expuestos a tus caprichos.

10. Esposas. En cualquier juguetería encontraras esposas de distintas formas, tamaños y texturas, si vas a usarlas elige unas que no tengan llave para poder abrirlas con rapidez en caso de accidente. Puedes ponerle las manos a la espalda pero luego no podrás tumbarle porque se hará daño en los hombros, lo mejor son los barrotes y dos juegos de esposas, si busca la total comodidad cómprate cuatro y átale las manos y los pies bien separados. Ahora piensa en plumas, flecos, claveles, papeles o cualquier cosa con la que hacerle cosquillas en todas partes, también puedes usar tus manos para arañar cachetear o tu boca para lamer o morder.

Usa tu imaginación. Su pene será el termómetro que te indicará como se lo está pasando. No tengas miedo aunque tu pienses que le estás haciendo daño, si no se queja, sigue. ¡Ah! Pacta también, antes de empezar la sesión, si quieres que el placer sea recíproco, puede que tu también sientas curiosidad por experimentar lo que se siente al ser atada, pero puede que no. Déjaselo claro para que no se haga ilusiones.

11. Cuerdas de seda y foulards. Seguro que viste Instinto Básico y recuerda a Sharon Stone con su foulards y sus picahielos. No te propongo que te cargues a tu pareja con un picahielo lo que te propongo es que le sugieras una sesión de cuerdas y ataduras. Necesitas una palabra clave, cuerdas (que te recomiendo que sean de seda para que no dejen marcas), y pañuelos, (que pueden ser de cualquier tejido) y una silla.

Esta vez se trata de vivir la experiencia de la ceguera durante el tiempo que tú quieras. Puedes sellarle los ojos con esparadrapos, colocarle una gafas de sol y sacarle a pasear, o prepararle unos cuantos alimentos de distintas texturas y sabores e írselos dando jugando adivinar de que se trata, depende de lo malvada que te sientas puedes hacerle que confunda fideos con gusanos o guindillas con fresas. ¡Tú veras! Cuando hayas agotado su ceguera, desnúdalo sin decirle nada de lo que le espera, átalo a la silla con las manos atrás y las piernas abiertas y...

12. En una silla. Coloca un cojín en el suelo entre sus piernas par que tu cara quede situada ya sabes a que altura. Sujétale el pene con la mano con el pulgar hacia abajo. Rodéale el tallo con los dedos y desliza la mano hacia arriba girándola lentamente como si lo quisieras retorcer hasta llegar al final. Luego suelta el tallo y deja que la palma de la mano suba hasta la punta del pene. Vuelve a repetir el ejercicio en sentido contrario.

Continua haciéndolo hasta que no lo pueda soportar, el truco consiste en que tu piel nunca deje de estar en contacto con la suya, de manera que al final no sepa donde empieza su pene y donde acaba tu mano. Ahora dile que te va a penetrar, forma un puño con la mano y coloca dentro una cantidad abundante de lubricante y haz que el pene penetre tu puño de forma rítmica, cuando el pene está a punto de salir del puño coloca la otra mano, tendrá la sensación de estar penetrando una vagina sin fondo. Si cierras los ojos e imaginas que tu mano es una vagina sentirás también la penetración.

Articulo tomado de: Tips de Sexo - Giiaa

Las 20 zonas más calientes de ellos (II)



Los masajes no se deben hacer en la cama porque es muy incomodo.

Las 20 zonas más calientes de ellos: ser su dueña.

La mayoría de los hombres son muy perezosos a la hora de dar o recibir caricias en toda la piel, a ellos les gusta ir al grano y también prefieren que lo hagas tú. Pero un buen masaje puede que le haga comprender que estaba equivocado.

5. Elige bien el lugar. Seguro que cuando he dicho masaje has pensado en la cama. Pero si tu cama es una buena cama de matrimonio, no hay lugar más incómodo para entretenerte dando un buen masaje sensitivo, terminarás con los riñones al jerez y si te colocas sobre sus piernas él terminara con ellas dormidas y no se enterará de lo que le estás haciendo.

El mejor sitio es la mesa de la cocina si es fuerte y se te puede mover a su alrededor o la mesa del comedor si reúne las mismas características, si no tienes una mesa de esa altura lo siguiente mejor (pero no tan bueno) es un sofá y una banqueta o reposapiés donde puedas estar cómodamente sentada. Prepara las cosas de antemano, cubre la mesa con una toalla para hacerla más mullida y para que no se manche con el aceite. Busca una música suave, o ruidos de campo, mar etc. Algo que te relaje a ti y a él, también puedes poner velas de olor o aceites de quemar, según prefieras.

6. Aceites. Los aceites son una apartado especial. Hay tiendas especializadas donde pueden venderte un excelente aceite de masajes y algún aceite esencial que te guste especialmente, el de rosa o jazmín son muy erógenos y sugerentes, no uses aceites de romero, tomillo o hierbas curativas porque suelen ser antierógenas.

Los aceites esenciales no se pueden usar para masajes porque son muy agresivos y queman la piel, se usan mezclados en gotas (la proporción es tres cucharadas soperas de aceite de masaje no perfumado, por una gota de aceite esencial) con tres cucharadas soperas que depositarás en un plato tienes de sobra para un buen masaje. Toma cada vez una pequeña porción con los dedos, extiéndela frotándote las palmas de las manos y ya está todo preparado para empezar. Conviene que él se duche antes del masaje, así con su piel limpia, lo saboreara mejor y tú lo disfrutaras más

7. Boca abajo. Empieza por colocarle boca abajo. El movimiento va desde el pelo y la cara hasta los pies, pasando por los brazos y las manos. Tienes que sentir el latido de su piel bajo tus manos, ser toda manos para experimentar el placer de tener a tu disposición un cuerpo para explorar en toda su geografía, no pienses en él, no le busques su placer, disfruta tú. Este juego es de una condición tal que cuanto mejor te lo pases tú, mejor se lo pasará él. Recuerda que además de manos tienes: brazos, codos, pelo (si lo tienes largo, úsalo como un látigo) y uñas.

No uses las uñas al principio. Primero amasa grandes superficies de piel con movimientos en círculos. Si en algunas zonas tiene cosquillas planta las palmas de las manos con cierta fuerza y déjalas quietas durante un rato; las cosquillas desaparecerán. Cuando llegues a los pies, dale un besito en la oreja y susúrrale que se de la vuelta.

8. Boca arriba. Ahora el movimiento va de los pies al pelo. No toques el pene hasta que no hayas acabado, porque en cuanto lo toques se acabo el masaje y no habrá manera de contenerle. La mayoría de los hombres interpretan cualquier caricia en el pene como preludio del coito y no es el coito lo que le espera. En la Edad Media le cortaban la mano derecha a la mujer que tocaba el pene de un hombre y algo de eso todavía nos queda, puedes masturbar, pero no mirar ni observar lo que está pasando tanto en el pene como en la cara de tu compañero.

Es este un momento bueno para aprender cosas de tu chico. Cuando llegues al pelo sigue pasando los dedos de una mano con suavidad por su cara y baja con al otra al escroto, acaricia sus testículos aprestándolos sin miedo, no son los apretones los que duelen sin los golpes. Puede que este momento su pene ya esté erecto, no te digo lo que tienes que hacer porque supongo que lo sabes, pero no le dejes que haga nada. Ni que mande nada, imponte y cuando le veas a punto, para y espera a que le baje la erección para continuar. Hazle sufrir un poco antes de llevarle hasta el orgasmo.

Articulo tomado de: Tips de Sexo - Giiaa